Unicaja Málaga llegó a ser el primer debutante que gana el título desde el año 2004. La verdad fue dicha, Unicaja no era un novato habitual después de haber alcanzado el Top 16 de la Euroliga durante las últimas 11 temporadas. Unicaja mostró mucho carácter ganando tres series de Playoff sin el factor cancha a favor y llevando la final hasta el tercer partido en Valencia y levantando el título contra pronóstico. Unicaja mostró corazón y determinación para ganar, pero de esto no sabe nadie más que Carlos Suárez, quién predicó con el ejemplo. Estando abajo por 13 puntos con nueve minutos por jugarse en el tercer partido, Suárez marcó diferencias jugando en una posición que no era la suya, como pívot, durante la remontada increíble de su equipo. Después de una larga carrera como alero, Suárez cambió a ala-pívot la última temporada y tuvo que hacerse aún ‘más grande’ en los minutos decisivos del tercer y definitivo partido de la final.  Sin perder esta concentración en el momento más duro del partido fue la clave para levantar el trofeo, como dijo el propio Suárez en esta web: «Hablamos de estar tranquilos y dar un paso adelante. Sólo queríamos jugar duro, no tener miedo y eso es todo. No podíamos cambiar el pasado, así que lo único que podíamos hacer era mirar adelante y jugar duro».

Hola Carlos, campeón de la Eurocup, es tu primer título europeo. ¿Es el mayor éxito de tu carrera?

Sí, es el título más importante, especialmente por cómo ha sucedido. Yo he ganado todos los títulos posibles a nivel nacional pero echaba de menos ganar algo en el continente. Estuve cerca en el año 2013 cuando alcancé la final de la Euroliga con el Real Madrid, pero perdimos con Olympiacos en Londres. Estoy feliz por ganar la Eurocup.

Tenías el honor de levantar el trofeo, un privilegio al alcance de muy pocos. ¿Qué se siente?

Es algo que siempre visualizas antes del partido, incluso días antes. Piensas en qué hacer cuando te entreguen el trofeo. Hablé con un amigo sobre qué podía hacer. Lo hice de la manera habitual pero también pensé en Pablo Raez, un joven deportista de Málaga que falleció a los veinte años, dos meses antes de estas finales, por leucemia. Hice el signo que siempre hacía: siempre fuerte. Fue un momento muy feliz.

Unicaja ha ganado contra pronóstico, ganando tres series con el factor cancha en contra. ¿Cuánto ha tenido que ver en todo esto el corazón y la determinación?

Todo. Ganar el tercer partido de los cuartos de final en Munich nos dió mucha confianza. También jugamos un gran baloncesto contra Lokomotiv Kuban, no fue nada sencillo, pero fue rápido, un 0-2. Habíamos perdido muchas veces con Valencia esta temporada, incluso en los playoffs de la Liga Endesa de la última temporada. Hicimos un gran esfuerzo mental, creímos que podíamos hacerlo. Nuestro cuerpo técnico hizo un gran trabajo y se vió en la pista, especialmente al final del tercer partido de la final.

Habéis estado abajo 1-0 en cuartos ante el Bayern y en la final ante el Valencia. ¿Influyó aquella serie de cuartos en esta final?

Creo que qsí. Habíamos hablado sobre esto antes del segundo partido. Lo habíamos hecho contra el Bayern de Munich y estábamos en la misma situación. Teníamos que ganar dos partidos después de perder una oportunidad y era todo o nada. Nuestros aficionados nos dieron alas en el Martín Carpena en el segundo partido y aquella confianza nos permitió jugar a un gran nivel. Queríamos tener opciones de ganar cuando llegamos al último cuarto del tercer partido, teniendo en cuenta que la ansiedad era para el equipo de casa y esto nos beneficiaba.

Una vez en el tercer partido de las finales, estábais 13 puntos abajo a falta de nueve minutos. ¿Qué hizo que entrárais de nuevo en el partido?

Hablamos de estar tranquilos y dar un paso al frente. Sólo queríamos jugar duro, no tener miedo y eso es todo. No podíamos cambiar el pasado pero lo único que podíamos hacer era mirar adelante y jugar duro. Ya había hablado con el entrenador y él sabía que si me necesitaba para jugar de cinco contra Bojan Dubljevic o Pierre Oriola no habría problema. Lo haría. Las cosas fueron en esa dirección, no teníamos a Musli lesionado y Alen Omic fue expulsado , nuestro único pívot, Viny Okouo, está mejorando mucho, pero aquella situación era muy grande para él.

Fue un movimiento crítico, tú jugando de pívot. ¿Cómo te concentraste en aquellos minutos decisivos?

Sinceramente, siempre recuerdas lo que tienes que hacer para jugar contra gente más grande y más físicos. La clave es que no reciban la pelota estando entre él y la bola. Cuando Dubljevic recibía balón en el poste bajo, tenía instrucciones de hacerle falta para evitar canastas fáciles. Mis compañeros me ayudaron con las trampas defensivas para que devolviera la pelota fuera. Hubo una jugada clave en la que capturó cuatro rebotes ofensivos de manera consecutiva pero no lograron anotar. Fue un momento clave, especialmente para ellos, porque nosotros anotamos un triple justo después para volver en el marcador. Les ahogamos mucho pese a que con un quinteto pequeño perdíamos muchos rebotes en defensa. Al final mostramos carácter y confianza, y esa jugada nos hizo pensar que podíamos hacerlo.

El entrenador Joan Plaza dijo que el equipo siempre creyó en ello y en lo que estaba haciendo. ¿Cómo de importante fue su liderazgo para conseguir el éxito?

Ha hecho un trabajo enorme, especialmente en lo psicológico, nuestro punto de vista mental. Él nos hizo creer que podríamos hacerlo. Obviamente, pude también hablar sobre aspectos técnicos, pero lo que nos hizo ganar fue nuestra fortaleza mental. Nos dijo que si ganábamos el tercer partido en Munich, seríamos capaces de ganar cualquier cosa grande, y no estaba equivocado. Con su cuerpo técnico hicieron algunos vídeos motivacionales que nos dió mucha fuerza y nos permitió creer en nosotros mismos. Gente como Joan, Antonio Herrera, Ángel Cañete y nuestro departamento de prensa han hecho un gran trabajo para ayudarnos a permanecer concentrados y estar fuertes mentalmente.

Volviste a casa con una ciudad entera celebrando. ¿Con qué te quedas de todo ello?

No te voy a mentir. El mejor momento fue levantar el trofeo, siempre. Para mi, ser el primer capitán de Unicaja levantando un título desde que lo hiciera Berni Rodríguez, la persona más importante en la historia del club, es realmente especial para mi. Si tuviera que destacar algo  de nuestra llegada te diría que la llegada a Málaga a las cuatro de la mañana, había más de 500 personas en el aeropuerto esperando por nosotros, era gente que al día siguiente tenía que ir a trabajar. Te dice que has hecho algo grande y nunca lo olvidaré.

Unicaja no había ganado ningún título  en los últimos 11 años. ¿Qué supone esto para una ciudad como Málaga?

Bien, creo que es el título más especial. Si juegas en el Real Madrid o el Barcelona, tienes más opciones de ganar títulos. Unicaja no tiene el mismo presupuesto que esos dos, así que ganar la Eurocup fue fabuloso. Justo diez años después, Pepe Sánchez anotó el triple de la victoria que llevó a Unicaja a la Final Four. Te hace pensar en lo importante que este título es para una ciudad de basket como es Málaga. Puedes preguntarle a la gente que estuvo celebrando, fue increíble.

Ganar la Eurocup viene con un premio extra, jugar la próxima edición de la Euroliga. ¿Qué se siente al ver de nuevo a Unicaja en esta competición?

Es fantástico, Unicaja jugó la Euroliga las últimas 15 temporadas y alcanzó el Top 16 muchas veces, peleando con los mejores equipos de Europa. Nos hemos ganado el derecho a volver desde la pista. Creo que podremos competir contra los mejores la próxima temporada.

Javier Gancedo